Luna y la banda Osa Mayor
Érase una vez, en un lugar muy lejano, un rey que tenía una preciosa niña. Este rey no era nada más y nada menos que el Rey Sol, quien estaba casado con la Reina Ceres y, fruto de su amor, nació la pequeña princesa Luna. Pero cuentan que la Reina tenía una enfermedad y al poco tiempo murió.
Pasó un tiempo y el Rey Sol, se casó con Nebulosa, una mujer muy bella y que, aparentemente, quería mucho a la pequeña, al igual que todo el mundo. Pero en verdad la tenía mucha envidia porque brillaba más que ella, además Luna era una niña muy dulce.
La madrastra tenía tanta envidia, que un día decidió llamar a uno de sus soldados y le dijo que se llevara a la princesa Luna muy lejos y se deshiciera de ella. El soldado obedeció a Nebulosa y se llevó a Luna a la zona más alejada que encontró, pero no fue capaz de deshacerse de ella y la dijo:
- Búscate un sitio donde vivir, Nebulosa me ha ordenado que me deshaga de ti. No vuelvas al reino y olvida tu vida anterior
Entonces la princesa le dio las gracias y buscó un lugar para refugiarse. Apenas tenía para comer y pasaba mucho frío por las noches, así que decidió que tenía que buscar otro sitio. Después de mucho tiempo buscando vio un agujero, con una boca muy ancha pero con un pasillo muy estrecho y, al final, se veía un fuego encendido, por lo que se durmió sin pasar frío.
A media noche apareció la banda Osa Mayor, quienes se asombraron al ver a la pequeña durmiendo, así que la despertaron con mucho cuidado y la preguntaron:
- ¿Quién eres?
- No lo recuerdo bien- dijo la pequeña- sólo quería comer algo que tengo hambre y frío
La banda Osa Mayor, al ver que la niña no era mala, decidieron que podían acogerla y cuidarla. Pero la Princesa, curiosa, les dijo que quiénes eran ellos, por lo que se presentaron.
- Somos siete estrellas hermanas y formamos una banda llamada Osa Mayor. Decidimos formar la banda para vengarnos de nuestro gobernador, ya que es muy avaricioso y nos roba a todo el pueblo, así que nos dedicamos a robar todo el dinero de los ricos para dárselo a la gente que lo necesita y también para poder sobrevivir nosotros.
Entonces la princesa Luna, que para ellos era Atlas debido a que no quería desvelar su verdadero nombre, les dijo que robar estaba mal y que porqué no intentaban hablar con el Rey. Los siete dijeron a la vez que lo hacían para devolver al pueblo lo que era suyo y se les había robado. Además ¿a quién iba a creer, a un gobernador o a unos ladrones?.
Los siete la dieron dos opciones, quedarse en el agujero vigilando o salir con ellos a robar, entonces ella dijo muy contenta que la gustaría probarlo todo.
Al principio Atlas (la princesa Luna), se solía quedar en casa. Con el tiempo, los siete se estaban encariñando con la pequeña, especialmente Alioth, el más pequeño de la banda pero el líder ya que era quien mejor sabía organizar a los hermanos. Alioth dijo a sus hermanos: “esta chica es nuestra hermana, si alguien la mira como otra cosa que no sea una hermana se las tendrá que ver conmigo” y es que resulta, que se había enamorado de ella, pero le daba vergüenza decírselo a sus hermanos y, por supuesto a Atlas, quien también tenía ese sentimiento hacia él.
Fueron pasando los años, cinco o seis años desde que Luna estaba con ellos y ya era una adolescente muy bella. Un día salieron las siete estrellas: Alkaid, Mizar, Alioth, Megrez, Phecda, Dubhe y Merak porque Atlas se había quedado en casa. Pero vinieron solo tres de las estrellas porque al resto les habían capturado, entre ellos estaba Alioth.
Luna, muy nerviosa dijo que tenían que hacer algo, que tenían que ir corriendo a ver al rey para rescatar a sus hermanos.
- ¿a ver al rey? – dijeron sorprendidos Phecda, Dubhe y Merak
- Por supuesto - dijo Luna, tenemos que rescatarles.
Cuando llegaron a palacio. La princesa dijo a uno de los soldados que estaban de guardia:
- quiero ver al rey
- ¿Qué quieres ver al rey? ¿quién eres para ver al rey? – dijo el soldado con un tono frío
- Soy su hija – respondió la joven
Entonces el soldado fue a hablar con el rey y la hizo pasar.
- Papá, soy Luna- dijo la princesa
- Eso es imposible- respondió el rey - mi hija murió hace muchos años
- Soy yo de verdad, soy tu hija.
Como Luna no veía que su padre la creyera, le empezó a contar cosas que sólo ellos dos sabían y cosas que hacían juntos cuando ella era pequeña. El rey empezó a llorar, se acercó a ella y la abrazó. La princesa Luna y el Rey Sol se pasaron toda la noche hablando y le contó todo lo que había sucedido y lo que su madrastra Nebulosa la hizo. El rey accedió a liberar a las estrellas si aceptaban ser su guardia personal. Pero la princesa Luna quería una cosa más, que el Rey le diera permiso para casarse con Alioth si él accedía.
Después de todo lo que Luna le había contado durante toda la noche, el Rey Sol decidió castigar a Nebulosa y expulsó al gobernador.
La princesa Luna se casó con Alioth y colorín colorado este cuento se ha acabado y espero que te haya gustado.
CAMBIOS
He intentado adaptar el cuento folclórico de “La princesa y los siete bandoleros” a los niños de 5 años porque a esta edad creo que es bueno contarles historias y que ellos mismos vayan imaginándose las secuencias. Además es una edad en la que este tipo de historias les gusta ya que se meten totalmente en ella porque tienen una grandísima imaginación y son capaces de mantener la atención más tiempo que los niños de edades menores.
Con los personajes he querido dejar un poco de lado a los humanos e irme más hacia la personificación y he escogido la luna, el sol y diferentes cuerpos que podemos encontrar en el cielo ya que para muchos de los niños el cielo es algo especial y que les inquieta.
Otro cambio respecto a los personajes, es el de los siete bandoleros, a quienes he convertido en estrellas, concretamente en las estrellas que forman la Osa Mayor debido a que son siete (Alkaid, Mizar, Alioth, Megrez, Phecda, Dubhe y Merak). Este cambio es para mantener personajes relacionados con el cielo y usar términos que ellos conozcan más como es el de “estrella” y, aunque quizás no sepan qué es la Osa Mayor, con esta historia podrán relacionarlo con las estrellas; además de que el término “bandoleros”, no es un concepto que sepan ellos ni si quiera de oídas bajo mi punto de vista.
La historia he tratado de mantenerla similar sin modificar el esqueleto ya que no considero que haya que infantilizarla puesto que tiene un lenguaje claro. Algunos elementos los he modificado he suprimido que la madrastra quisiera despeñarla porque es un concepto que ni si quiera nosotros en clase entendíamos y porque es algo muy bestia para niños tan pequeños, al igual que el hecho de que fueran a ahorcar a los bandoleros.
La huída y el final he preferido dejarlos así ya que me parecen imprescindibles para esta historia.
Bibliografía:
Grabación del cuento “La princesa y los siete bandoleros”
Perfecto.
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